He vivido momentos duros desde los once años. La muerte de mi abuelo me afectó mucho, el que los niños se metieran conmigo me afectó mucho, el ser una ``sabelotodo´´ también se adentró muy dentro de mí. El no ser nadie, o el no considerarme nadie... La no relación de mis padres y el hueco vacío dentro de mí. La vida corría como gotas de agua cayendo lentamente sobre unas hojas secas. Y yo, continuaba sin comer, consumiendo, vomitando palabras... No soy nadie sin esta enfermedad, no me considero nadie sin esto. Y llegaron los ingresos que cubrían mi piel de escamas negras, escuchando canciones que jamás se me olvidarán, que siempre permanecerán dentro de mí.Oscuros pasillos que de los que no podía salir, oscuro líquido cayendo en mi estómago, negras bandejas... Y llegaron los mareos, el consumir más, el no poder moverme, el escoger entre la enfermedad o mi pareja... Y llegó la muerte de mis dos abuelas... Llegaron las burlas por la calle, las miradas. Estoy tan jodidamente metida en la anorexia, a la que yo llamo Ana. Es como la amiga que nunca te abandona, es como un estilo de vida, es como mi cabeza expresa lo que siento. Más ingresos, más bandejas, más líquido oscuro en mi barriga, más peso. Pero, ¿esta soy yo? Siento que sí. ¿Qué sería de mí sin la enfermedad? ¿Que sería de mí sin Ana? Sólo piendo en consumirme, en tirar la toalla y estar con ella siempre. Mi forma de ser no es lo más importante para mí. No soy nadie, no soy nada. Pero lucho, aunque me cueste, lucho por salir de esta espiral.NO PUEDO MÁS. Desearía ser otra, sin Ana, sin mi vida, sin mí.




https://youtu.be/g1mcQjsLRfQ