Despropósito
Pisábamos la noche desdentada, el
coche, un Fiat punto se comía el filete ruso de la desidia.Las
papeleras engullían desperdicios,se tiraban pedos los mendigos
traficando con el deseo,se levaría luego el puente levadizo del día
y Thelma y Louise acabarían precipitándose por los días peinados
de gomina y pitillera. Los niños de San Ildefonso ponían multas a
la guardía costera y sus labios aflautados cantaban el himno de la
felicidad degustando el vermut de las noches otoñales de la vetusta
Alameda.
Jose mari Raya Sánchez 19
septiembre 2019
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