Alberto Torres, tiene 50 años duerme en la calle desde hace ocho. No se separa nunca de su mochila negra. En ella están los lápices y los rotuladores con los que pinta en un folio coloridos dragones que vende en la acera. Los vecinos le conocen y le saludan con amabilidad. "me ven que soy bueno y que no me meto con nadie", explica. Un día se cruzó en su vida Carlota Ginzo de 30 años, que se acababa de instalar en el distrito de Arganzuela. Durante la ola de frío temporal Filomena, le pagó una habitación en ........y el resto ya es historia. pues de los 79 dibujos ....sobre dragones solo quedan cuatro a la venta..... las noches a la intemperie han pasado a ser historia.
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