POR QUÉ NOS DESANIMAMOS

Tengo que intentar animarme por encima de todo no puedo dejarme llevar por la apatía. Todo me agobia :

LO QUE NO SE HACER; …porque en vez de tomármelo como un reto me lo tomo como una caída al vacío sin paracaídas, Y LO QUE SE HACER…, como un camino ya transitado que me aburre y no me aporta nada nuevo.

Es como si la vida fuera un almuerzo que contiene platos que se repiten y platos que no me apetecen mirarlos ni de lejos.

Los platos favoritos me los tomo con tal rapidez que ni disfruto, me limito sólo a tragarlos y los que no me gustan nada me los tomo con tal asco que me entran hasta arcadas.

Intento explicarme y yo misma me pierdo, lo que me quiero venir a referir es que tengo que buscar el jugo que la gente le encuentra a la vida para no desesperarme.

No es el elixir de la eterna juventud, es el elixir de LA ETERNA FELICIDAD

Si tuviera más picardía me gustaría hacer una encuesta, pero yo creo que terminaría desilusionada. Cuando la gente que entre comillas no padece ningún desbarajuste mental me dijese …”pero días malos tiene cualquiera “me rompería todos los esquemas ¿tendría que renunciar al elixir de la eterna felicidad?

¿ES VERDAD QUE NO EXISTE? Yo prefiero pensar que sí, lo que le ocurre es que nunca está listo para ser tomado siempre que te viene el desánimo te acuerdas que le falta algún ingrediente, la fórmula no funciona porque tu metabolismo ya es inmune a la naturaleza del mejunje. Pero eso no significa que te tengas que dar por vencida.

Claro que si fuera verdad, que yo lo pudiera descubrir y patentar me volvería rica, pero eso es imposible porque el elixir de la felicidad para que funcione en diferentes personas, necesitan de distintos ingredientes:

Por ejemplo al director de banco le vendría bien un ingrediente que le hiciera perder el significado de los números, al ama de casa alguna sustancia que le hiciera disfrutar de sí misma sin pensar tanto en su familia. Y a nosotros los usuarios un ingrediente que nos ayude a aceptar nuestra enfermedad a cada cual con sus síntomas habituales sin -y ahora toca la palabra mágica- desanimarnos, porque sólo nosotros podemos salir del hoyo, ya que los psiquiatras se limitan a mandarnos pastillas y si gracias a nuestra voluntad nos encontramos mejor, se echan ellos mismos todas las flores y si nos encontramos mal se escudan diciendo que no podemos estar mejor.

Adela