Tan cabizbajo estaba que solo veía los pies de los viajeros:zapatillas deportivas de diversos colores y diseños,uñas pintadas de esmalte,etc.
Se sentía un vendedor de una tienda de calzado.El metro proseguía su marcha,parando en las estaciones.Los pies iban de un lado a otro,entrando nuevos y saliendo los ya vistos.Así todo resultaba divertido.
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