A Rosi y a Jakob no les molestaba el sol constante.Estaban adaptados.De mayo a agosto el sol no se ponia.Era un atardecer contínuo.
Jakob habia tomado una sauna ayer,y Rosi había visto su última aurora boreal hacía una semana.Le encantaba ver el reflejo de la aurora sobre el lago.
Jakob tomó su libreta de apuntes y comenzó a escribir, mientras Rosi preparaba un reconfortante café.Jakob era escritor y había publicado dos novelas.Una breve y otra de doscientas cincuenta páginas ambientada en la Laponia.Rosi era fotógrafa y había publicado dos álbumes: uno sobre la vida de los indígenas y otro sobre los renos.
Una vez que Jakob hizo sus apuntes pertinentes tomaron el humeante café y rieron.Un reflejo del sol anaranjado entraba por la ventana del salón.Estuvieron hablando sobre el transcurrir de la política.Vivían en una de las democracias más asentadas y ejemplares del mundo.
Tras echar un vistazo al periódico,Jakob se marchó a la editorial donde trabajaba.Rosi recogió todo y se dispuso a salir hacia el auditorio,donde se celebraba un concierto de música barroca.Adoraba a Bach.
Cómo de felices fueron el día en que le otorgaron el premio de novela a Jakob.Lo festejaron con caviar y champán francés.Jakob y Rosi se conocían hacía ocho anos.Tenían una hija en común,Irene,con cinco anos.A la que le encantaban las auroras boreales.Se pasaba el día mirándolas en los álbumes de su madre.
El sol de medianoche acompanó a Jakob camino de la editorial y a Rosi yendo hacia el auditorio.Irene se quedaría esa noche con los abuelos.Estos estaban perfectamentes adaptados al sol contínuo.Adoraban a Irene, la unica nieta, y les placía hacer de canguros con ella.
Ese día una llovizna minúscula y fina lo empapaba todo.Limpiaba la arboleda cercana a la casa de los abuelos.Qué feliz era Irene paseando por ella con su bicicleta los días que no llovía.Sonreía sin parar desde la inocencia de su edad.
Rosi,Jakob e Irene vivían en una casa unifamiliar a las afueras de Helsinki,la capital.Allí habían perguenado Jakob sus novelas y Rosi sus montajes.Allí Irene a prendió sus primeras palabras en finés, idioma complejo que a Rosi le había costado aprender ,dada su ascendencia espanola.
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