Supongamos que te gusta el vino, pero que “no tienes ni idea”. Aunque te encantaría entender. Pero en los restaurantes te sientes presionado y escoges en fusión del precio.
Cuando te llenan la copa y esperan que cates te poner nervioso. Haces lo que toca esperando que pase rápido. …
El secreto no es otro que Cata, cata, cata. Y apunta lo que te gusta sin complejos, rechaza lo que no entiendes sin complejos (ya llegara el día en que lo que te dejo frió te emocione) y estudia un poco, porque el viaje será mucho más rápido. Imagina que no has leído un libro en tu vida. Si te dan Shakespeare, ¿lo entenderás? Seguramente no. Vale la pena empezar con algo bueno pero fácil, porque solo podrás rendirte a Shakespeare si te has divertido antes con Agatha Chistie. No empieces con vinos muy caros, porque te sentirás presionado. Si un vino te gusta, entonces si, comprueba de que bodega es y explora las otras cosas que tiene, La mayoría de bodegas cuentan con vinos de 10, 30 y 80 euros, apunta de dónde es (de qué D.O.), la variedad (con que uva o que uvas lo han elaborado) y quien lo ha hecho (el elaborador). Y el nombre, claro. Si estudias un poco, pronto recordaras, por ejemplo, que hay unas uvas autorizadas para cada D.O: y cuales son.
Para empezar en casa, lo más importante es tener dos copas de cristal (las que suelen poner en las vinoteras son de la marca Riedel) un abridor de los de toda la vida y un decantador. Las copas, lo primero. Si la cena es hoy, será mejor que tengas la botella en casa desde ayer en un lugar oscuro y fresco.
Para catar, haz esto: sirve algo de vino y comprueba el color contra algo blanco. No te preocupes ya llegaremos al color. Huele “a copa parada”. Primero sin moverla. Luego, haz lo mismo que harías si en una perfumería te dieran a oler una muestra. Agitala para captar mejor el olor. El gesto de mover la copa da miedo, claro. Puedes mancharte. Por eso si eres principiante, es mejor hacerlo con la base de la copa en la mesa. Muevela como si en la mesa hubiera un imán. Y catalo. Mantelo en la boca. Si estas en un restaurante no sufras por el sumiller. Le encanta el vino y le encanta que le hagas los honores. Preguntale sin miedo. Te digo por experiencia que a os amantes del vino nos vuelve locos hablar del vino. Si es bueno , te ayudara.
ARTICULO DEL PAIS.
Supongamos que te gusta el vino, pero que “no tienes ni idea”. Aunque te encantaría entender. Pero en los restaurantes te sientes presionado y escoges en fusión del precio.
Cuando te llenan la copa y esperan que cates te poner nervioso. Haces lo que toca esperando que pase rápido. …
El secreto no es otro que Cata, cata, cata. Y apunta lo que te gusta sin complejos, rechaza lo que no entiendes sin complejos (ya llegara el día en que lo que te dejo frió te emocione) y estudia un poco, porque el viaje será mucho más rápido. Imagina que no has leído un libro en tu vida. Si te dan Shakespeare, ¿lo entenderás? Seguramente no. Vale la pena empezar con algo bueno pero fácil, porque solo podrás rendirte a Shakespeare si te has divertido antes con Agatha Chistie. No empieces con vinos muy caros, porque te sentirás presionado. Si un vino te gusta, entonces si, comprueba de que bodega es y explora las otras cosas que tiene, La mayoría de bodegas cuentan con vinos de 10, 30 y 80 euros, apunta de dónde es (de qué D.O.), la variedad (con que uva o que uvas lo han elaborado) y quien lo ha hecho (el elaborador). Y el nombre, claro. Si estudias un poco, pronto recordaras, por ejemplo, que hay unas uvas autorizadas para cada D.O: y cuales son.
Para empezar en casa, lo más importante es tener dos copas de cristal (las que suelen poner en las vinoteras son de la marca Riedel) un abridor de los de toda la vida y un decantador. Las copas, lo primero. Si la cena es hoy, será mejor que tengas la botella en casa desde ayer en un lugar oscuro y fresco.
Para catar, haz esto: sirve algo de vino y comprueba el color contra algo blanco. No te preocupes ya llegaremos al color. Huele “a copa parada”. Primero sin moverla. Luego, haz lo mismo que harías si en una perfumería te dieran a oler una muestra. Agitala para captar mejor el olor. El gesto de mover la copa da miedo, claro. Puedes mancharte. Por eso si eres principiante, es mejor hacerlo con la base de la copa en la mesa. Muevela como si en la mesa hubiera un imán. Y catalo. Mantelo en la boca. Si estas en un restaurante no sufras por el sumiller. Le encanta el vino y le encanta que le hagas los honores. Preguntale sin miedo. Te digo por experiencia que a os amantes del vino nos vuelve locos hablar del vino. Si es bueno , te ayudara.
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