NADA ESPERA COMO EL AMOR



     La distancia que me separa en este instante de ti
     no es tan profunda como una daga clavada
      en la corteza de un álamo desnudo,
      pero sí lo suficientemente árida
      para desconcertar ese segundo infeliz
      que no acaba de pasar y me atrapa
      en las penosas redes de tu ausencia.
      Presente o Ausente siempre estás en mí y vas conmigo,
      conspiren como quieran los hijos de la noche
      y la larva indirecta.
     Estoy aquí,esperando el gozoso momento de tu llegada,
     celebrando la vida y haciéndome preguntas como siempre.
      Pero con una serenidad que no es impasibilidad,ni dureza,
      ni piedra detenida o impenetrable,
      es la serenidad de tener en el alma
      la clara Presencia del Amor en que vivo,me muevo y me sostengo.
      Nada puede esperar sino el Amor,
      el amor es capaz de esperar eternamente,
      pero al final todo lo descubre y lo vincula
      y hace que este verso poderoso
      se transforma en la espada victoriosa y tu corona,querida Reina,mi soberana,
      será cuando tu sepas que la cifra escondida
      del universo entero está sólo en una sola de las señales
      invisibles de tus ojos.
      Y eso es todo lo que tenía que deciros,por ahora,mientras gozo
      y me siento indebida y prematuramente en vuestro Trono.



        FRANCISCO JAVIER GÁMIZ GONZÁLEZ
 
    15 DE MARZO DE 2018