El
resurgir del cine de verano
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A las proyecciones en la Diputación , el Cicus y el Parque del Alamillo se
suma este año una novedosa oferta en el Puerto de las Delicia
Muchos sevillanos
-especialmente los más jóvenes- asocian el cine de verano con una fórmula de
ocio de otros tiempos, de una España que encontraba en la proyección de
películas al aire libre una forma de pasar el tiempo en noches estivales que
carecían de la variedad audiovisual actual. Bien es cierto que la oferta de
estos cines menguó hace años, una merma cuyo inicio coincidió con la
proliferación de las salas multicines, mucho más rentables para las empresas
que las gestionan, a las que pocos espacios abiertos les han quedado en las
ciudades tras el auge inmobiliario de la pasada década.
Sin embargo, desde hace varios años se ha recobrado el interés por este tipo de
cine cuando los termómetros se disparan. Un fenómeno al que, de alguna manera,
ha contribuido la crisis. Las limitaciones económicas de muchas familias han
impedido que éstas se vayan de vacaciones a la playa, lo que las ha obligado a
mantenerse en las ciudades de interior, como Sevilla. El cine de verano ha
encontrado en esta circunstancia la coyuntura perfecta para el resurgir.
Ejemplos claros son los que han ofrecido los veranos pasados instituciones
públicas como la Diputación ,
el Parque del Alamillo o el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla
(Cicus), que han optado con bastante éxito por esta fórmula. A ellos se añadió
el año pasado el Distrito Sur con las proyecciones en la Plaza de América por el
centenario de la apertura del Parque de María Luisa. Otro distrito que también
ha apostado por el cine de verano es el conformado por los barrios de Sevilla
Este, Alcosa y Torreblanca, que ha buscado años atrás el apoyo de las
asociaciones de vecinos para proyectar películas al aire libre en las noches de
julio y agosto con las que mitigar el largo verano para muchas familias en paro
que se quedaban sin vacaciones.
A dicha oferta se suma este año la iniciativa privada. Se trata del cine de
verano en el Puerto de las Delicias.
Las cifras constatan la afirmación: una pantalla de 350 metros cuadrados
de superficie (cuatro veces más grande que la de un cine normal), un aforo
conformado por 2.000 sillas numeradas, dos proyectores simultáneos de 33.000
lumen cada uno (lo que otorga el triple de luminosidad de un cine convencional)
y 16.000 watios de sonido por canal (el equivalente a la descarga sonora de un
concierto de rock). Unas características técnicas que evidencian que se trata
de una oferta innovadora que, pese a basarse en el concepto tradicional de cine
de verano, revoluciona su tecnología.
Pero no sólo cine se ofrecerá en este espacio, que combinará actuaciones en
directo y hostelería. El recinto contará con una terraza de copas con 650
sillas. A ella se unen otros bares que permanecerán abiertos desde las 20:30. A
partir de las 22:00 comenzará la proyección audiovisual. Una vez concluida, se
podrá seguir disfrutando en los establecimientos hosteleros. Sevilla es
una de las pocas ciudades que acoge esta reinvención del cine de verano, que ya
se desarrolla con basante éxito en Zúrich, Düsseldorf, Lisboa, Sidney, Dubái,
Río de Janeiro y Madrid.
(diario de Sevilla
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