NUESTRA AMIGA ARANCHA

Hemos despedido a Arancha, que ha muerto demasiado joven, antes de cumplir los 50 años. Estuvo acompañada de algunos de sus compañeros de la Casa Hogar en la que vivió, por su monitores y monitoras, por sus tutores.... Sin familia, en una soledad acompañada que ya es demasiado dolorosa y frecuente. Quiero dejar al aire, viajando en las ondas de no se sabe dónde, su recuerdo, el de una chica deseosa de gustar, de ser querida, una chica a la que hoy, uno de sus compañeros ha comprado rosas rojas y le ha dicho a al cura, llorando, que le gustaban mucho las chucherias, que si se le podían dar unas poquitas... Me ha parecido tan tierno y tan sencillo este gesto que me estimula a desear ser mejor persona, a seguir luchando todo lo que pueda para que las vidas de las personas que como Arancha nos necesitan tanto porque no tienen nada, recuperen su derecho a ser amadas, respetadas, mejor saludadas por la mañana cuando nos las encontramos. Hasta siempre Arancha, compartiré chucherias en tu recuerdo.

Margarita Laviana.