MI VIDA EN CUATRO PALABRAS
Un hombre sentía su vida partir. Se levantaba todos los días temprano para alimentar a su familia y ganarse unas pelas para beber y comer con su amada. Llevaban un ritmo de amor de polen margareo. Y la besaba y venga a besarla todo el tiempo que podía con encanto sutil. y venga a darle al agua miel. Todos los días eran días de gloria para él y su mujer. Tenían dos perritos y se lo pasaban mejor todavía. Amor Total.
Tenían plantas de todo tipo y congeniaban con todas ellas. No paraban de gozar en ese estado de delicia de un potro y su yegua. Descubrieron dos cosas que no entendían y se ponían a jugar con sus dispositivos al ajedrez.
Todo genial.
Tenían en su casa candelabros preciosos, de primera. A Pepita le gustaba deleitarse con su gato.Su vicio oculto. Hasta de noche lo cogía.
Hasta que un día la gatita cogió un sapo, más o menos pequeñito, y la gatita soltó soltó el sapo a mis pies para mostrarme a su gratitud. El sapo no parecía magullado y fue feliz en un acuario hermoso en el cual se deleitaba con amor de sapo digno.
Era una cosa excelente, amorosa y gratificante. El amor con el que trataba sus ofrendas hacia mí. Y dijo: "Aquí de Gloria no se puede vivir" y Yo le preguntaría: "¿Tal vez porque no quieres que lo sea o porque quieres otra cosa mejor?.
Más no puedo dar: "Lo que ves es lo que hay".
AUTOR: HUMBERTO FUHRER SORIA
(3º PREMIO DEL 1º CONCURSO DE RELATOS DE LA CT SANTA CLARA)
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