¿Qué decir?
Estoy atrapado en un sin sentido sin salida y debo funcionar en el hasta que se termine mi condena. Me han acusado de un delito que no he cometido y he pasado de una cárcel con rejas a una cárcel de oro. Aquí no se palpan los barrotes pero existen. En forma de puerta semiabierta y juegos infantiles. Una libertad con cadenas o una esclavitud cómoda. El cerebro frito por tanta olanzapina. Parálisis, calambres, silencio. Esperanzas muertas. Comida sana en raciones individuales. Terapias, tertulias, soledad y rodeado de nada. De todos. Injusta realidad para sensores sensibles. Familias enfermas. Castigadas por la triste realidad. Y yo no puedo hacer nada sino seguir resistiendo, porque encontrar una salida y salir de ella al parecer supone una condena mayor y la vuelta a la cárcel. Así que supongo que no tengo nada mas que decir o hacer. Me basta con ser consciente de la situación y saber que no soy culpable de nada en absoluto. Sin embargo eso da igual. La realidad es la misma.
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