Algo de mi historia, Svetlin
Capitulo 6: El piano desde el balcón
Mi padre iba a trabajar todos los días en la universidad. Cuando volvía mi madre ya había preparado la comida, planchando la ropa y cuidando de la casa. Mi hermana Milena, era muy simpática y graciosa. Se juntaba con sus amigas, aprovechando el tiempo jugando al escondite y otros.
Una vez salí de casa, y me salté la valla entrando en la guardería donde jugaban y nos cuidaban ya que mi madre y mi padre no tenían mucho tiempo para atendernos. Subí sobre un columpio, bueno una resbaladera, y comencé a molestar un nido de avispas. Entonces se enfurecieron picándome el brazo. Gritando me fui, pasando un buen rato llorando. Con esto quiero decir que al reino animal, hay que respetarlo.
Un día tempranito por la mañana, subimos las escaleras con mi madre Tsvetanka, y entonces escuchamos una melodía muy agradable, se trataba de una fantástica melodía, el sonido de un "piano". Escuchando ésa melodía mi madre se imaginaba a una persona joven. Pensaba que era una chavala. Sin embargo, cuando nos enteramos, resultó una mujer mayor de edad. Entonces, mi padre se le ocurrió apuntarme a clases de piano. Con 7 años, me acuerdo que iba todos los días. La profesora que se llamaba Pingian, decía a mi padre que tenía talento como era el único chico con talento. Una vez, dándome clases particulares, empecé a llorar porque me daba con un palo en las manos, para tener mejor postura y estudiar mejor las notas. Con un pañuelo, empezaba a secarme las lágrimas. En realidad, esto me ayudo a tener una base musical maravillosa. Hasta hoy en día, recuerdo las sonatas que tocaba. En gloria esté Pingian.
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