Le gustaba la Navidad. Sobre todo la entrada de año con su promesa de futuro. Futuro que pintaba muy halagüeño, pues tenía propósitos que cumplir. Sobre todo quería viajar a Florencia, donde se empaparía de arquitectura, pues él era arquitecto.
Entre tanto la Navidad iba transcurriendo, a los sones de los villancicos y adornada por infinidad de luces.Pero llegaría Nochevieja y con ella la despedida del año y la entrada del siguiente.
No pensaba más que en el ansiado viaje a Florencia. Mientras, ultimaba un proyecto, ahora suspendido por las vacaciones.Se trataba de una torre edificio que albergaría oficinas.
Y llegó el nuevo año con sus propuestas de acción. Se sintió feliz y brindó porque el año le trajese el anhelado viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario