No podré aguantar esto mucho mas. La situación y la medicación van a terminar por provocarme secuelas irreversibles y yo estoy lleno de miedo. Sin embargo aun me queda coraje suficiente para ser consciente de lo que realmente sucede. Me están matando. Puedo aceptar que una persona que sea violenta o que tenga tendencias suicidas pueda necesitar un lobotomizador para revertir y aclarar un poco su situación, e incluso así no creo que fuera conveniente administrárselo durante mucho tiempo. Pero yo que nunca he hecho daño a nadie y que tampoco trato de dañarme a mi mismo y que mi único delito solo ha sido creerme Jesucristo y poner la otra mejilla pues.. no entiendo vuestros criterios psiquiátricos. Me dan ganas de irme. De morir luchando antes de vivir condenado. No tenéis corazón. Y si vuestra ayuda se traduce en lobotomizarme y que el día de mañana encuentre un trabajo y me sienta útil y adaptado a un sistema social enfermo pues.. os digo que va a trabajar el alcalde de Gines. Que yo lo único que quiero es escaparme de vuestras garras y volver a debajo de un puente a fumarme mis porros y meterme mis rayas, apreciando la libertad con una mente clara y un corazón limpio. Sois unos matasanos y por muy enfermo que yo pueda estar, si me comparo con vosotros, sigo siendo el cuerdo e inocente que pone la otra mejilla, que se compadece del pobre y que ama la vida y la libertad. Gracias a vosotros habéis conseguido que me sienta terriblemente infeliz y que me ahogue en una ansiedad imposible de palear. Vosotros sois los enfermos, no yo. Hay que estar loco para tratar de adaptar a la gente al contexto asqueroso de la sociedad.
Adrián.
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