La realidad tiene razones siniestras e imposibles a la hora de jugar con nuestras vidas y a veces nadie conoce los verdaderos motivos implicados en su sinrazón. Siempre pagan justos por pecadores y lo complejo termina por desafiar las cuestiones mas simples hasta condenarlas. Supongo que es justo que la verdad sea infinita mientras que dudas perfectas convierten la realidad en una mentira absoluta. No trato de entender lo que no existe ni me entretengo distorsionando la verdad. Está claro que la realidad está basada en una fantasía delirante e injusta pero no por ello voy a olvidar algo tan simple que no pretendo entender. No hables de amor en el infierno. No digas la verdad.
ADRIAN
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